Resolvamos lo que todo el mundo pregunta
¿Cúal?¿ La que te metieron en la cabeza de que todas tienen que medir 1,80, pesar 50 kilos y sonreír como muñecas de escaparate?
Mira, eso ya no se lo cree ni el que lo inventó.
Las compañías aéreas no están buscando modelos. Están buscando personas que transmitan seguridad, educación y presencia.
Y eso no se mide en centímetros. Ni en talla. Ni en filtros de instagram.
¿Tienes ganas reales?¿Te gusta ayudar? Quieres convertirte en alguien que los demás respeten y admiren?
Entonces, tienes la imagen perfecta.
Porque la imagen se entrena. Se proyecta. Se construye y aquí lo hacemos desde el minuto uno.
Así que si hoy te ves insegura frente al espejo, no te preocupes.
No estas aquí para encajar en un molde.
Estás aquí para romperlo.
Entonces este curso es justo para ti.
Porque tener miedo no es el problema.
El problema es pasarte la vida huyendo de él.
¿De verdad crees que todas las azafatas nacieron valientes?
¿Que nunca se les encogió el pecho en una turbulencia?
¿Que nunca dudaron si esto era para ellas?
Mentira.
Lo que pasa es que lo enfrentaron.
Se formaron. Aprendieron. Se hicieron fuertes.
¿Y sabes qué pasó?
El miedo se fue.
Porque entendieron lo que pasaba, cómo actuar, cómo mantener la calma.
Porque el conocimiento quita el miedo. Siempre.
Aquí no vienes a demostrar que no tienes miedo.
Vienes a convertirte en alguien que sabe qué hacer cuando aparece.
Y eso, no te lo enseña TikTok.
Te lo enseñamos nosotros.
Así que si hoy te tiembla el cuerpo cuando el avión despega, tranquila.
No es una señal para rendirte.
Es la señal perfecta de que tienes que empezar.
No pasa nada. No esperes tener nivel nativo para empezar.
Aquí te lo enseñamos paso a paso, con vocabulario real del día a día en aviación.
No se trata de que hables como una traductora.
Se trata de que entiendas, actúes con seguridad y te hagas entender.
Y eso, lo vas a lograr. Aunque ahora pienses que no.
Si haces el curso y luego no haces nada más, es difícil.
Pero aquí no te soltamos al vacío.
Te damos guía, orientación, acceso a ofertas reales, y lo más importante:
una formación que te pone varios pasos por delante.
Las compañías buscan personas preparadas.
Y tú lo estarás. Con ventaja.
Te lo decimos con honestidad:
algunas compañías no aceptan tatuajes visibles con el uniforme.
Otras sí. Cada aerolínea tiene sus propias normas.
Y aunque el mundo cambia, eso todavía es una realidad.
¿Significa que no puedes ser azafata?
No.
Pero sí significa que debes tenerlo en cuenta.
Porque si el tatuaje está en una zona que no se cubre con el uniforme, podrías tener más dificultades para acceder a ciertas compañías.
¿Solución?
Informarse, prepararse y decidir.
Nosotros te ayudamos a entender qué busca cada aerolínea, qué opciones tienes, y cómo posicionarte de la mejor manera.
La clave es que no dejes que un tatuaje borre un sueño.
Porque muchas veces, el sí depende más de tu actitud y formación que de la tinta.
Sí.
Es un requisito obligatorio para poder examinarte y conseguir el certificado oficial de TCP.
No necesitas ser nadadora profesional ni hacer largos como en las Olimpiadas.
Pero sí debes ser capaz de mantenerte a flote, nadar al menos 100 metros y sentirte segura en el agua.
¿Y si no sabes nadar bien aún?
No te preocupes.
Tienes tiempo para aprender y mejorar, y si te apuntas con nosotros, te guiaremos para que lo consigas.
Aquí no te juzgamos. Te preparamos.
Y sí: puedes lograrlo. Aunque ahora pienses que no.
La altura mínima recomendada para ser TCP es de 1,57 metros.
No es un capricho, ni un tema estético.
Es porque hay que poder alcanzar los compartimentos superiores del avión con facilidad, por seguridad.
¿Significa que si mides un poco menos no puedes serlo?
Depende de la aerolínea. Algunas son estrictas. Otras, más flexibles.
Lo que sí te recomendamos es que te midas con precisión (sin zapatos), y si estás cerca del límite, que lo tengamos en cuenta a la hora de preparar tus entrevistas.
Aquí no buscamos limitarte, sino ayudarte a que vayas bien preparada y sepas cómo destacar en lo que sí depende de ti:
actitud, formación, profesionalidad y confianza.
Es un miedo normal.
Sobre todo si vienes de un sistema que te hace sentir que si fallas, ya no vales.
Pero aquí no vienes a competir.
Vienes a aprender.
¿Hace falta compromiso? Sí.
¿Es imposible? No.
Te enseñamos desde cero, paso a paso, y te acompañamos en todo el proceso.
Y si te caes, no te dejamos sola.
Porque eso también forma parte del camino.
No eres la única.
Por eso ofrecemos distintas formas de pago y opciones accesibles.
Pero lo más importante no es el dinero.
Es la decisión.
Porque si esperas a que todo esté perfecto, puede que esperes toda la vida.
A veces, el cambio empieza cuando te comprometes de verdad, aunque dé miedo, aunque no sea el momento ideal.
Esto no es un gasto.
Es una inversión en ti y en tu futuro.
Lo dejamos claro: no te están eligiendo para una pasarela.
Te eligen por tu actitud, tu preparación, tu profesionalidad.
El físico no es lo que abre la puerta.
Lo que abre la puerta es lo que transmites.
Y eso se entrena aquí: seguridad, confianza, presencia.
Porque cuando una persona cree en sí misma, se nota.
Y eso sí que marca la diferencia.
¿Y si no lo intentas y te quedas con la duda para siempre?
Eso sí sería un error.
No te vamos a decir que esto es para todo el mundo.
Pero si hay algo dentro de ti que se enciende cuando ves un avión,
cuando imaginas una vida diferente, cuando piensas en volar…
Entonces pruébalo.
Porque el mayor error no es equivocarte.
Es no hacer nada.
